El Teatro Leal
La calle La Carrera fue testigo el 11 de septiembre de 1915, coincidiendo con las Fiestas del Cristo, de la apertura de uno de los edificios más emblemáticos de La Laguna: el Teatro Leal. Promovido por Antonio Leal y construido por el arquitecto Antonio Pintor se convirtió pronto en un lugar de referencia para la cultura en Canarias, abriendo la Ciudad del Adelantado a compañías de prestigio nacional e internacional.
Antonio Leal comenzó el proyecto de construcción de un gran teatro para La Laguna en 1912, con el único deseo de dotar a su ciudad de un merecido lugar para la expresión artística y cultural. No quería hacer fortuna. Era un proyecto totalmente desinteresado.
Su elevado contenido decorativo se manifiesta: exteriormente, con la profusión de elementos florales, animales y personajes, realizados por López Ruiz, interiormente, por sus pinturas murales y del techo, obras de ese autor y de Manuel Verdugo. Su fachada es simétrica, de dos plantas, con torreones a ambos lados de la misma que elevan la construcción en sus esquinas.
Desde su inauguración, el Teatro Leal acogió actuaciones teatrales, musicales, espectáculos de magia e ilusión, zarzuelas, operetas, bailes, proyecciones cinematográficas, además de celebraciones populares como las relacionadas con las fiestas de San Benito. Incluso se celebraron en él competiciones de lucha canaria.
El Teatro Leal no estaba sólo vinculado a la cultura. Se convirtió en un lugar importante para la vida social de la época. En él celebraron importantes festivales benéficos, reuniones y mítines políticos.
Las butacas, fabricadas y tapizadas a mano, están hechas con el mismo terciopelo que el impresionante telón, bordado también a mano. El mural del techo del patio de butacas, pintado por López Ruiz, ha sido cuidadosamente restaurado, al igual que los lienzos del anfiteatro, realizados por Manuel Verdugo; los murales de las plateas, cuyo autor es Benjamín Sosa, y dos lienzos de López Ruiz.
Las obras de reconstrucción se iniciaron en el año 2000, lo que hizo que el Teatro se mantuviera cerrado al público hasta el año 2008.
El Casino – Palacete Rodríguez Azero.
Fundado en 1899, es un edificio ecléctico en el que se combinan elementos de estilos arquitectónicos diferentes. La influencia modernista se aprecia en la fachada principal, situada en la calle Nava y Grimón, especialmente por los dos balcones laterales cerrados por cristaleras y por la utilización de hierro, tanto para las estructuras como para la decoración. El balcón central, abierto y de mayores dimensiones que los anteriores, tiene una decoración muy simple; en él se destaca sólo la balaustrada, que se combina con la del cuerpo central del último piso, que está flanqueada por dos torrecillas: la de la derecha tiene mayor altura e influencia francesa tanto en la utilización de ventanas de buhardilla como en el remate del tejado.
En la esquina
El último piso presenta la misma decoración que la fachada principal: balaustrada flanqueada por torrecillas.
Desde la calle de San Agustín observamos el balcón de hierro forjado del segundo piso, que sigue la influencia modernista, pero que, a diferencia de los de la fachada principal, combina el balcón abierto y cerrado. A este edificio se trasladó la sede del Casino de La Laguna a principios de los años 70 de este siglo.
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