martes, 10 de noviembre de 2009

Instituciones Económicas

Casa la Alhóndiga.

Junto a la casa del Corregidor se construyó este edificio entre 1.705 y 1.709, durante reinando Felipe V. La fachada consta de una portada de acceso, enmarcada en piedra molinera, sobre la que se sitúa un escudo real y una inscripción: ‘Reinado Fernando V y syendo corregidor y Capitán General destas yslas dos José Antonio de Ayala y Roxas, comisarios de la obra Gonzalo de Ocampos y Pedro Colón.’

La fachada original se reforma en el siglo XIX al estilo neoclásico, rematando el cuerpo superior con una cornisa de piedra y un gran frontón triangular sobre el antepecho que oculta la cubierta. Este proyecto fue encargado con la intención de convertir el edificio en un teatro, sin embargo la obra no se llegó a terminar por falta de recursos económicos.

Servía para albergar las dependencias administrativas y de control de las actividades económicas de la Isla. La Alhóndiga es el lugar donde se abastecía a los vecinos con más dificultades económicas, prestándoles trigo, si no tenían recursos para comprarlo, o vendiéndoselo a un mejor precio. Tal uso se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando se instalan dependencias del Juzgado de Partido.



-Casas de familias aristócratas:

Palacio de Nava y Grimón.

Comenzando la calle Nava y Grimón, junto a la Plaza del Adelantado, se levanta la Casa de Nava sobre uno de los solares pertenecientes a Jorge Grimón, quien fue el conquistador de Tenerife.

Los Grimón formaron parte de una clase privilegiada que comenzó a formarse en el siglo XVI que daría lugar a la aristocracia isleña en el siglo XVII.
La construcción del inmueble comienza en 1585. Se reforma a mediados del siglo XVII, aunque termina de reformarse en el siglo XVIII, que es cuando se le da el aspecto que mantiene actualmente. La fachada es el reflejo de la historia de sus habitantes; un inmueble que ha surgido de tres siglos de cambios y que refleja en la fachada de piedra la importancia, tanto económica como cultural, de la familia que lo habitaba.



Palacio de Lercaro.

En la esquina de la calle San Agustín con la calle Tabares de Cala se encuentra el Palacio de Lercaro. Se trata de un magnífico vestigio de la presencia genovisca en Tenerife. Sus propietarios fueron una familia importante de banqueros llegados al Archipiélago canario debido a su fuerte vinculación comercial con oriente ocupados en la llamada ‘Ruta de las Especias’. Una vez establecidos en las islas, los Lercaro, al igual que otras familias importantes procedentes de Liguria, desempeñaron un papel esencial en la formación de la nueva sociedad tinerfeña, ramificándose por todo el territorio. Se convirtieron en una familia representativa de la élite social canaria. Reafirman su prestigiosa condición dos circunstancias: la inscripción en el ‘Libro de Oro de la República de Génova’ y el fortalecimiento de su economía entorno a la propiedad de la tierra, que quedaba garantizada a través de la institución del mayorazgo. La política de alianzas de la familia tenía como objetivo el incremento de su patrimonio.

El palacio comenzó a construirse en 1593 por Francisco Lercaro de León. El inmueble ha cambiado su tradicional uso de vivienda a lo largo de la historia para desempeñar otros usos. En la actualidad se utiliza como museo.



Casa Salazar

Está ubicada en la calle San Agustín. Comenzó a construirse a mediados del siglo XVII. Es un ejemplo excelente del barroco en Canarias. No obstante, también cuenta con elementos manieristas y neoclásicos. De su singular aspecto destaca el remate central y las curiosas gárgolas que recuerdan al prehispánico mejicano.
El inmueble fue adquirido el siglo pasado, es actualmente la sede del Obispado de la Diócesis Nivariense. Es Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento desde 1983.

No hay comentarios:

Publicar un comentario