martes, 10 de noviembre de 2009

Fiestas

Al igual que los símbolos, el color, los oficios y los trajes típicos, las fiestas populares son una de las señas de identidad más importantes que definen a un pueblo.
Fiestas transmitidas de generación en generación donde se concentran multitud de testimonios que llegan hasta nuestros días de forma oral y que proporcionan el contacto y la participación de todos los ciudadanos con sus costumbres y legados.

Recogeremos por su importancia las fiestas populares de más arraigo en el municipio de La Laguna y que año tras año se celebran con el afán de superar la edición anterior.

La Romería de San Benito Abad, el Cristo, la Semana Santa,el Corpus Christi, los Corazones de Tejina y la Librea de Valle de Guerra constituyen un ejemplo vivo de las señas de identidad de este municipio y que el visitante tendrá la oportunidad de conocer integrándose con el pueblo y participando en estas evocaciones populares de exaltación de su cultura.


Corpus Cristi

Se trata de una de las fiestas religiosas más antiguas de la isla, pues ya desde 1496, año de la conquista de Tenerife, el Cabildo ordenó que se celebrara siguiendo el modelo sevillano y que a su procesión acudieran todos los gremios de oficios portando cada uno su pendón característico. La fiesta del Corpus Christi se celebra a principios del mes de junio.
A lo largo de los siglos la procesión del Hábeas se ha mantenido como una de las principales fiestas de la ciudad. Sin embargo, a su significación religiosa se ha unido en los últimos años el resurgimiento en La Laguna de la tradición, común a otras ciudades de las islas, de confeccionar alfombras con pétalos de flores o tierras de colores, de gran riqueza artística, que cubren todo el recorrido de la procesión y que se destruyen al pasar ésta.

En un principio se trataba sólo de esparcir brezo con pétalos y flores de distintos colores. Fue en La Orotava donde se empezaron a “diseñar” los tapices como los entendemos hoy en día. Doña Leonor Castillo de Monteverde fue la primera en trasladar esta idea a La Laguna, aceptada rápidamente por el resto de familias.

La confección de los tapices florales fue muy importante. En la actualidad se realizan solamente por parte de algunas familias y sociedades, dado que se ha pasado a la confección de estos originales tapices con mezcla de arbustos, plantas, flores y marmolina: brezo tostado (arésta) que da el color negro, brezo natural finamente picado para el tono verde, y marmolinas que se tiñen para obtener la gama de colores.
El Ayuntamiento se encarga de tostar el brezo, adquirir y repartir el resto de materiales tanto para las alfombras que se realizan en el casco como las que se realizan en otros puntos del Municipio.


Fiesta del Cristo

Se celebra durante la primera quincena de septiembre, aunque el día más importante es el 14. La antigüedad de la fiesta se remonta a principios del siglo XVII cuando una ordenanza declaraba dicho día como fiesta señalada. La imagen que da nombres a esta fiesta fue traída a la isla en 1520 por intercesión del primer Adelantado don Alonso Fernández de Lugo ante el duque de Medina Sidonia, recibiendo culto desde esa fecha en el Convento Franciscano de la ciudad.

La especial significación que el Cristo de La Laguna tiene en la religiosidad popular hacen que estas fiestas sean consideradas, junto con la Semana Santa, como las más importantes del año en la ciudad, aunque también tiene repercusiones en el resto de la isla e incluso en el Archipiélago.

El día 14 por la noche, durante la procesión de la imagen, ésta asiste a varias muestras de fuegos artificiales en diversos puntos de la ciudad, que culminan a su llegada a la Plaza del Cristo donde se efectúa la gran exhibición pirotécnica, una de las más espectaculares de Canarias, que congrega a miles de personas en torno a la Plaza y sus aledaños.
A este acto pirotécnico acuden personas desde todos los puntos de la isla, colapsándose toda la ciudad por la gran afluencia de público.
Durante todo el mes, con motivo de esta fiesta, hay distintos actos festivos, culturales y deportivos


Semana Santa

La Semana Santa lagunera es una de las manifestaciones religiosas más importantes del Archipiélago Canario.

Los pasos procesionales y cofradías, cuya sede se encuentra en las diferentes iglesias de la ciudad, recorren sus calles durante ocho días, comenzando el Domingo de Pasión y terminando el Viernes Santo, con la Procesión del Santo Entierro.
Un gran número de Pasos procesionales sale a la calle durante estos días. Pueden ser individuales o series de imágenes que representan varios momentos de la pasión y muerte de Jesucristo.

La alta calidad artística de estas imágenes se debe a maestros isleños y peninsulares. Además, destacan los excelentes trabajos de orfebrería que decoran los tronos que las portan
El espíritu de la Semana Santa lagunera está más cercano al de sus homónimas castellanas que a las andaluzas, por su sobriedad y recogimiento.


Romeria de San Benito

La Laguna se encuentra con su pasado en la Romería de San Benito, que es el Patrón de los campesinos. Constituye el máximo ejemplo de fiesta popular y tradicional de las que celebran en la ciudad. Tiene su origen en fecha temprana (1532) cuando, con motivo de una larga época de sequía, los campesinos (magos) pidieron al Cabildo que se echase a suertes la elección de un santo para el que construir una ermita y tenerlo así como abogado en el futuro.

Correspondió al fundador de la Orden Benedictina tal papel y, a partir de esa fecha, se incorporó su fiesta al conjunto de las que se celebraban en la ciudad, considerándola el Cabildo en 1554 como de la máxima relevancia. La desaparición del gremio de campesinos en el siglo XIX trajo consigo la ruina de la Ermita y la desaparición de la Romería dedicada al Santo.

Sin embargo, en 1948 volvió a celebrarse, primero tímidamente, hasta que en la segunda mitad de nuestro siglo conoció un nuevo resurgir siendo hoy una de las celebraciones más características de La Laguna.

Vestidos con traje típico y a lomos de animales, en carretas o formando parte de grupos folclóricos, los romeros sacan en procesión al Santo por las calles principales de la ciudad, interpretando ritmos populares (isas, folías, seguidillas,etc.) y brindando al espectador productos de la tierra (vino, papas, gofio, etc.). Esta fiesta se celebra en la primera quincena del mes de julio, con una serie de actos populares y religiosos que culminan el segundo domingo del mes con la Romería.

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